La Protección de Datos en Recursos Humanos: la selección



El departamento de Recursos Humanos ha ido evolucionando a lo largo de la historia pasando por diferentes etapas y cuya gestión de la información se ha visto afectada con esos cambios. Antes de la Revolución Industrial el trabajador se consideraba parte del proceso de producción como mano de obra, se escogía a los trabajadores por sus habilidades físicas y la relación jerárquica se basaba en la autoridad.

Será la Revolución Industrial la que marque el inicio de otra revolución: la del trabajador. Hasta el momento el trabajo era manual y los sistemas de producción rústicos. Con la llegada de las máquinas la producción cambia, la mano de obra debía redirigirse ante la mecanización del trabajo. Ya no se trataba de trabajadores con determinadas dotes físicas. El trabajo del hombre era sustituido por la máquina, suponiendo una mayor y rápida producción. Sin embargo, el trabajador seguía siendo una pieza más de la industria, una herramienta de producción. Los patronos carecían de conocimientos sobre la nueva producción y el rendimiento de los trabajadores. Los intereses de unos y otros chocaban iniciando la lucha de clases ante la idea de que una mayor productividad necesitaba de un mayor esfuerzo de los trabajadores. La relación laboral se veía deshumanizada.

Los problemas en la producción a causa del bajo rendimiento, la falta de una organización, de una definición de tareas según las capacidades de cada trabajador con relación al puesto de trabajo y el aprendizaje mediante la observación de otros trabajadores, obliga a reflexionar y buscar soluciones que permitan una mayor producción en el menor coste. De esta búsqueda surge la Escuela Clásica o Dirección Científica del Trabajo. La figura central de este movimiento es un ingeniero llamado Frederic Winslow Taylor y su obra “Los principios de la Dirección Científica” (The Principles of Scientific Management), publicada en 1911. Taylor estaba convencido de que el problema radicaba precisamente en los intereses aparentemente antagónicos, aclarando que “no puede haber prosperidad para el patrón, en un término largo de años, a menos que vaya acompañada de prosperidad para el empleado, y viceversa”. Para este ingeniero, era posible obtener mayor productividad (interés del patrón) sin necesidad de un mayor esfuerzo (interés de los trabajadores). Solo era necesario buscar fórmulas para realizar tareas de forma rápida y eficaz. Y ahí entra en juego la colaboración o interacción entre el patrón y los obreros: “la administración debe hacerse cargo de gran parte del trabajo que ahora se les deja a los obreros y ejecutarlo ella misma; casi cada uno de los actos del trabajador debe ir precedido de uno o más actos preparatorios por parte de la administración, que posibiliten que aquel haga su trabajo más bien y más deprisa de lo que podría hacerlo en otras circunstancias. Cada hombre deberá ser enseñado a diario y deberá recibir la más amistosa de las ayudas por parte de los que están por encima de él, en lugar de verse, en un caso extremo, empujado u obligado por sus jefes y, en el extremo opuesto, abandonado sin ayuda, a sus propios medios”.

Posteriormente surgen nuevas corrientes como la francesa Escuela Universitaria o Escuela de la Organización, la norteamericana Escuela de las Relaciones Humanas o la alemana Modelo Burocrático de Weber.

A pesar de las pequeñas diferencias o puntos de vista que cada una pueda tener, todas coinciden en la necesidad de cambiar la percepción del trabajador y crear nuevos recursos que ayuden a una mayor producción utilizando eficientemente técnicas de gestión de recursos humanos. Ante la presión de los sindicatos se crea el Departamento de Bienestar Social, lo que ahora se denomina Recursos Humanos (RRHH).


Los cambios en la gestión de Recursos Humanos afecta a la privacidad de los empleados

El Departamento de Personal ha ido adquiriendo mayores competencias desde los inicios y cobrando importancia con respecto a las demás áreas. La francesa Escuela de la Administración fundaba su teoría en la necesidad de crear distintas áreas o departamentos: el de producción o técnico, financiero, administración, contable, comercial y de seguridad. Para desempeñar las funciones propias de cada área era necesario seleccionar, formar, asegurar estabilidad y gestionar los recursos del trabajador. Así, las empresas comenzaron a recopilar información sobre los trabajadores, sus aptitudes, conocimientos, actividad dentro de la empresa, los turnos, los días libres, las bajas por enfermedad, el salario. En esta evolución, ya no se entiende que la motivación del trabajador sea solamente económica. Se está teniendo en cuenta otros muchos factores psicosociales como el respeto, la autoestima o el reconocimiento social que le lleva a hacer su trabajo correctamente. Estos nuevos factores obligan a recursos humanos a recabar mayor información personal para crear perfiles de sus empleados, información que hasta ahora era irrelevante. El trabajador ya no es una mera herramienta propia del concepto mecanicista, es un hombre social, con una personalidad compleja, que interactúa con su entorno e influye en la producción. Realmente, de acuerdo con la filosofía de la Escuela de la Administración, el Departamento de Recursos Humanos ha ido convirtiéndose en una de las áreas más importantes de la empresa ya que dirige, coordina y controla a los trabajadores (incluida su información).


Distintas etapas, distinta información

Recepción del currículum vítae y preselección
A excepción del formato de currículum vítae europeo, existen infinidad de modelos con contenido común y otros datos menos relevantes o carentes de interés. Incluso muchas empresas diseñan formularios on-line para registrarse directamente. En todos los casos la información que se solicita es la siguiente:

1. Información personal
a. Nombre y apellidos
b. Dirección completa
c. Número de teléfono fijo y/o móvil
d. Dirección de correo electrónico
e. Página web personal (en algunos casos)
f. Sexo
g. Fecha de nacimiento
h. Nacionalidad
i. Fotografía
j. Número de la Seguridad Social (en algunos casos)
k. Estado civil (en algunos casos)
l. Número de hijos (en algunos casos)

2. Estudios realizados
a. Universidad o Centro de formación
b. Nombre del título
c. Año de realización del curso
d. Nota media (en algunos casos)
e. Número de horas (para formación adicional)

3. Experiencia laboral
a. Nombre de la empresa
b. Cargo ocupado
c. Tareas realizadas
d. Periodo en el que se trabajó en la empresa
e. Tipo de jornada (en algunos casos)
f. Salario mensual o anual (en algunos casos)


4. Referencias laborales (en algunos casos)
a. Nombre y apellidos de la persona de referencia
b. Empresa
c. Cargo
d. Teléfono
e. Correo electrónico

5. Conocimientos específicos
a. Informática
b. Idiomas

6. Aficiones (en algunos casos)

7. Objetivos (en algunos casos)

a. Puesto al que desea optar
b. Tipo de jornada deseada
c. Salario mínimo y máximo deseado
d. Objetivo profesional a largo plazo


Resulta llamativo algunos datos que no son necesarios cuando se trata de una preselección: número de la Seguridad Social, el estado civil o el número de hijos. En otros casos, se pide una información extra que puede afectar directamente a otras personas, como es el caso de las referencias laborales. Aunque la empresa, cargo, teléfono y correo electrónico entre en el ámbito profesional, el nombre y apellidos son un dato personal que permite relacionarlo con una actividad y, sacado del propósito del currículum vítae, puede suponer una valiosa información extra sobre una tercera persona. Por lo que respecta a las aficiones, permite una primera aportación de información sobre el perfil personal del candidato ya que se obtiene más información a partir del análisis de otros datos.

En este primer nivel, el seleccionador suele tardar menos de un minuto en leer los currículum vítae, buscando la información principal que le permita decidir si reúne los requisitos establecidos. Por tanto, suele aportarse mucha información que, de no ser seleccionado para la siguiente fase de selección, puede suponer un riesgo en la protección de los datos personales del candidato. Hay que tener en cuenta que sobre la empresa recae la responsabilidad de asegurar la protección de datos contenidos en los conrrículum vítae. Si el candidato ha presentado el currículum sin previa convocatoria (para entrar en bolsa de trabajo) o si no ha sido seleccionado, la empresa debe destruir la documentación de tal manera que no se pueda acceder a los datos o guardarla en caso de necesitar al candidato posteriormente. 

Proceso de selección de personal
Para seleccionar a un candidato hay dos técnicas: entrevistas y pruebas. En ambos casos se obtiene mayor información no incluida en el currículum vítae. Esta información permite definir mejor el perfil psicológico del candidato además de sus habilidades, relaciones sociales, trabajo en equipo, etc.

1. Test de selección
En la mayoría de los casos suelen realizarse antes de las entrevistas. Es un nuevo filtro para la elección a la vez que examina sus conocimientos, personalidad, comportamiento, aptitudes, etc. Suele ser información valiosa que ayuda posteriormente a separar lo que es cierto de lo que no en la entrevista. Tanto los test como sus resultados se consideran datos de carácter personal al estar vinculados con la persona que los realiza y, por tanto, protegidos.

2. Entrevistas
Las entrevistas es uno de los momentos donde más se obtiene información directa, aportada por el candidato a través del lenguaje verbal y no verbal. Los datos que suelen obtenerse son:

a. Disponibilidad. Suelen preguntar si se puede incorporar inmediatamente, si está dispuesto a cambiar de residencia, viajar asiduamente o incluso fijar la residencia fuera de España.

b. Formación. Aunque estos datos ya figuran en el currículum vítae, se intenta precisar la información previa y conocer los planes de formación futuros dentro y fuera de la empresa.

c. Experiencia profesional. En este tema existen preguntas incómodas para el candidato que puede aportar datos comprometidos: ¿cuales fueron las causas por las que dejaste el último trabajo?, ¿cual es tu opinión de tus antiguos jefes y compañeros?, ¿por qué has estado tanto tiempo sin trabajar?, ¿por qué has trabajado brevemente en la última empresa?, ¿por qué cambias tanto de trabajo? Muchas de estas preguntas pueden tener respuestas personales o familiares que el entrevistador no debería conocer. En estos casos, el que realiza la entrevista debe tener sumo cuidado de lo que anota y añade al expediente porque no toda la información que se da es necesaria para hacer una valoración, sobre todo la información sensible de nivel alto de seguridad.

d. Personalidad. ¿Como te defines a ti mismo?, ¿como reaccionas ante determinadas situaciones?, ¿como prefieres que sea tu jefe, hombre o mujer?, ¿cuales son tus aficiones?, ¿cuales son tus mejores cualidades, tus defectos? Incluso pueden indagar en las relaciones familiares, con los amigos o intentar obtener información sobre sus miedos, experiencias traumáticas, etc.

e. Futuro. A las empresas les interesa el futuro, no para el beneficio de los empleados, sino para evaluar posibles imprevistos. Las empresas deben saber si el candidato tiene intención de integrarse en la organización o utilizar el puesto de trabajo como un escalón más en su experiencia para optar a mayores cargos en otras empresas. Pero también, y esto afecta en mayor medida a las mujeres, suelen preguntar si le gustaría formar una familia y tener hijos y cuantos.

3. Dinámicas de grupo
Son actividades que realizan distintos candidatos para evaluar las habilidades y actitudes de cada uno. La información que se obtiene de cada uno es más fidedigna que en las entrevistas ya que se estudia la interacción entre los candidatos, las reacciones inconscientes de cada uno en situaciones virtuales, las actitudes y forma la forma de pensar. Son pruebas que analizan profundamente la personalidad de las personas y cuyos resultados plasmados en el informe deben ser considerados como datos personales protegidos.


Conclusión

El optar por un empleo supone dar determinada información que legislativamente está especialmente protegida. En caso de violar el derecho al honor e intimidad no protegiendo los datos personales del candidato, el artículo 83.3 del RGPD, la Agencia Española de Protección de Datos puede imponer una sanción administrativa máxima de 10 millones de euros. Si se trata de una empresa dicha multa puede ser “de una cuantía equivalente al 2 % como máximo del volumen de negocio total anual global del ejercicio financiero anterior".
  
Igualmente la Agencia Española de Protección de Datos puede llegar a sancionar a una empresa por no gestionar adecuadamente los datos personales de los candidatos e informarle como se van a tratar, para qué fines y cuales son sus derechos de Acceso, Rectificación, Cancelación, Supresión y Oposición. Para cumplir con la normativa europea y española, es necesario que previamente se firme un documento informando precisa y claramente. Y nunca olvidar que los datos son de la persona afectada, del candidato en este caso.

El Departamento de Recursos Humanos tiene en su poder una carga importante debido a la gran cantidad de información que recopila sobre sus futuros empleados y, lo más importante, los que no son contratados. Tanto unos como otros deben ser respetados sus derechos constitucionales de privacidad y evitar que se utilice la información para otros propósitos.