Crackers más destacados



Son muchos los que a lo largo de las últimas décadas han puesto en peligro grandes empresas, entidades financieras y organismos gubernamentales. La mayoría trabajan en la clandestinidad en solitario o perteneciendo a grupos del crimen organizado. Sin embargo, otros hicieron gala de sus hazañas hasta que fueron descubiertos. De estos, tras pasar una temporada en la cárcel, terminaron creando empresas de seguridad.

Kevin Mitnick, el reincidente
[Kevin Mitnick]
El caso más famoso es el de Kevin Mitnick, quien causó verdadero pánico entre la opinión pública de Estados Unidos y puso en una situación difícil a la justicia. Su caso se magnificó hasta hacerse leyenda gracias a los medios de comunicación y la desinformación del momento sobre el mundo de la informática. Se le acusó de entrar, a través de la ingeniería social, en ordenadores que hasta el momento eran totalmente seguros y crackear teléfonos móviles para conectarse a internet y evitar ser localizado. Estuvo en prisión incomunicado varias veces porque las autoridades lo consideraban potencialmente peligroso. Reincidió hasta que en 1994 entró en el San Diego Supercomputing Center y robó programas y archivos de un hacker llamado Tsutomu Shimomura, quien por entonces colaboraba con el FBI y la NSA. Esa intromisión llevó a Shimomura a entablar una cruzada personal contra Mitnick hasta que consiguió localizarlo a través del rastreo de llamadas. Tras pasar varios años en la cárcel, Mitnick decidió crear una empresa de seguridad informática.

Albert González y el robo de tarjetas de crédito
Estadounidense de origen cubano, entre 2005 y 2007 robó y revendió 170 millones de tarjetas de crédito con sus respectivas claves. El 7 de mayo de 2008 fue arrestado en Nueva York y en 2010 fue sentenciado a 20 años de cárcel.

Jonathan James, el primer adolescente en ir a la cárcel
Con tan solo 15 años, entró en la Agencia para la Reducción de Amenaza de la Defensa (Defense Threat Reduction Agency) y la NASA, esta última robando programas por valor de 1,7 millones de dólares. Durante 21 días la NASA se vio obligada a paralizar sus ordenadores para analizar el impacto de la intrusión. Un año después fue sentenciado a seis meses de prisión. Tras salir en libertad decidió crear una empresa de seguridad informática. Sin embargo, el 18 de mayo de 2008 se suicidó con un arma de fuego.

Gary McKinnon y la búsqueda de pruebas OVNIS
Este cracker británico accedió a los sistemas de la NASA y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos entre los años 2001 y 2002. En 2002 fue detenido y calificado su acto como el mayor ataque militar cibernético, por lo que podía aplicarse la ley antiterrorista. Sin embargo, la detención se produjo en el Reino Unido, por lo que era necesaria su extradición. Tras varios años de lucha judicial que llegó hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, actualmente no ha sido extraditado.

Según McKinnon, la causa por la que entró en los sistemas de defensa de Estados Unidos y la NASA era para encontrar pruebas de la existencia de vida extraterrestre y OVNIS. Nunca llegó a publicar la documentación que extrajo sobre secretos militares por lo que en algunos ámbitos se habla de cierto pacto con el gobierno de Estados Unidos de no extradición a cambio de total silencio.

Vladímir Levin el atracador de bancos virtual
Este cracker ruso se graduó en matemáticas por la Universidad Tecnológica de San Petersburgo, Rusia. Sin embargo, pronto vio que era más rentable asaltar los sistemas informáticos de grandes entidades financieras que trabajar como programador en la empresa AO Saturn. La más conocida es el acceso a la red del Citibank de Nueva York donde obtuvo cuentas y contraseñas de cientos de usuarios y trasfirió cerca de 3,7 millones de dólares a bancos extranjeros. En 1995 fue detenido en Inglaterra por la INTERPOL y extraditado a Estados Unidos donde lo condenaron a 3 años de prisión.

Michael Calce y el arte de entretenerse bloqueando a los grandes de Internet
Con solo 15 años, este canadiense modificó programas para ver sus efectos. Cierto día encontró una aplicación que conseguía saturar los sistemas hasta el punto de bloquear portales o páginas web, las llamadas “denegación de servicio”. Modificó el programa y lo dejó caer en Internet. Dejó sin acceso a YahooeBayAmazonCNN y Dell. Los ataques causaron una pérdida de 1.200 millones de dólares canadienses. En 2001 fue condenado a 8 meses de prisión abierta, esto es, no salir de casa excepto para ir al instituto, además de no utilizar internet.

Ian Murphy, el “Capitán Zap” que cambió el sistema de facturación de la compañía telefónica AT&T
En 1981 este estadounidense entró en el sistema de la compañía AT&T y modificó la hora del reloj que mide la facturación. Con ello creó un cambio de tarifa más barata para aquellos que llamaban a medio día y una subida para los usuarios que llamaban por la noche.

Fue condenado a mil horas de servicio a la comunidad y 18 meses de libertad condicional. Lo positivo fue que le contrataron en una empresa de seguridad.

Robert T. Morris y sus gusanos digitales
En 1998, con 23 años, quiso calcular la extensión de internet lanzando el primer gusano. Su objetivo no era infectar ordenadores sino redes enteras y duplicarse. La prueba no salió como esperaba ya que afectó a unos 6 mil equipos sin ningún tipo de control.

En enero de 1990 fue condenado a una multa de 10 mil dólares y 400 horas de servicios a la comunidad.

George Hotz y el iPhone
Con 17 años fue capaz de desbloquear el iPhone de Apple y permitir que pudiera utilizarse en cualquier operador de telefonía móvil. Creó “Blackra1n” para desbloquear los dispositivos de Apple y descargar aplicaciones que no están en la App Store. Y consiguió las claves de cifrado de la videoconsola PlayStation 3 y distribuyó herramientas para cambiar dicha clave. Sony lo demandó teniendo que pagar unos 10 mil dólares.

 Las mujeres también son crackers

Kristina Svechinskaya la ladrona de bancos
En 2010 un grupo de delincuentes informáticos robaron 220 millones de dólares de bancos estadounidenses y británicos a través del troyano Zeus. Detrás estaba Kristina Svechinskaya, una chica rusa de 21 años. Muchos aseguran que no fue la artífice de los ataques, sin embargo, desde el primer momento se convirtió en el icono de una generación de mujeres que también son capaces de romper la seguridad de los sistemas informáticos. Fue arrestada en octubre de 2010 en Nueva York.

Anna Chapman la Mata Hari rusa
El 27 de junio de 2010 fue detenida en Nueva York por trabajar para la Agencia de Inteligencia de espionaje exterior de la Federación Rusa, la SVR (Sluzhba Vneshney Razvedki). En julio del mismo año fue deportada a Rusia.

Xiao Tian y el ejército chino de hacker femeninas
China, al igual que las grandes potencias, tiene también su propio ejército de piratas informáticos. En este caso, con tan solo 19 años, Xiao Tian se convirtió en el General del grupo más numeroso del país, con unas 22 mil mujeres.